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1 cucharadita es todo lo que necesitas para que las flores de tu casa y jardín florezcan abundantemente

2. Fortalece las raíces y acelera la regeneración
El magnesio presente en la sal de Epsom fortalece las paredes celulares de las plantas, lo que resulta en raíces más robustas y una mayor capacidad para regenerarse. Esto es especialmente útil para plantas jóvenes o aquellas que han sufrido daños.

Cómo aplicarlo:
Diluye una cucharada de sal de Epsom en 4 litros de agua y utiliza esta solución para regar las plantas una vez al mes durante su período de crecimiento.

3. Estimula la germinación de semillas
La sal de Epsom es un excelente aliado para mejorar la germinación de semillas. Proporciona a las semillas la energía necesaria para brotar y desarrollarse, lo que resulta en plántulas más fuertes y numerosas.

Cómo aplicarlo:
Agrega una cucharada de sal de Epsom en el fondo de cada hoyo de siembra antes de colocar las semillas. También puedes regar las plántulas con una solución de agua y sal de Epsom una vez al mes.

4. Protege contra plagas y enfermedades
La sal de Epsom es una alternativa natural y segura a los pesticidas químicos. Sus propiedades repelentes ayudan a mantener alejadas a plagas como babosas, caracoles e insectos.

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