Si es muy blanda, no brinda el soporte necesario, generando tensión y molestias.
2. Dolores de cabeza
La tensión acumulada en cuello y hombros puede extenderse a la cabeza.
Una posición incorrecta también puede aumentar la presión en los senos paranasales.
3. Dificultad para respirar
Las almohadas gruesas pueden obstruir las vías respiratorias.
Esto es especialmente perjudicial para personas con apnea del sueño u otras afecciones respiratorias.
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