Procedimiento:
Lava bien las berenjenas y córtalas en rodajas finas o en tiras, según prefieras.
Coloca las berenjenas en un colador, espolvorea con un poco de sal y deja reposar durante unos 30 minutos para que suelten el exceso de agua. Después enjuágalas bien y sécalas con papel de cocina.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega las berenjenas y fríelas hasta que estén doradas y tiernas, aproximadamente 5-7 minutos. Luego, colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
En una cacerola, mezcla el vinagre, el agua, el ajo picado, la sal, el azúcar, el laurel, la pimienta, el orégano y el tomillo (si lo usas). Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego y deja cocinar por unos 5 minutos.
Coloca las berenjenas fritas en un frasco de vidrio limpio y vierte la mezcla de vinagre caliente sobre ellas. Asegúrate de que las berenjenas estén completamente sumergidas en el líquido.
Cierra el frasco y deja reposar a temperatura ambiente durante al menos 24 horas para que los sabores se integren. Si deseas un sabor más intenso, puedes dejar reposar durante varios días en el refrigerador.
¡Listo! Puedes servir las berenjenas en rodajas como aperitivo o acompañamiento.
Espero que disfrutes esta receta. ¡Buen provecho!
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