Este bizcocho es ideal para esos días en los que quieres consentirte con algo dulce pero no tienes ganas de hacer un gran esfuerzo. Su textura esponjosa y sabor casero lo convierten en el acompañamiento perfecto para el desayuno, la merienda o incluso como postre ligero. Con ingredientes simples como huevos, azúcar, harina y aceite, que seguramente ya tienes en la cocina, puedes preparar este bizcocho en cuestión de minutos. Solo tienes que añadir todos los ingredientes a la licuadora, pulsar unos segundos y ¡listo!
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