5. Cubre el bol con un paño limpio y deja reposar la masa durante 1-2 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.
6. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Divide la masa en pequeñas bolas del tamaño de una nuez y colócalas en una bandeja de horno engrasada o forrada con papel de hornear.
7. Batir el huevo y pincelar los bollos con él para darle un acabado dorado.
8. Hornea durante unos 15-20 minutos, o hasta que los bollos estén dorados y al golpearlos suenen huecos por dentro.
9. Retira los bollos del horno y déjalos enfriar en una rejilla.
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