7. Una vez que la masa haya reposado, colócala sobre una superficie ligeramente enharinada.
8. Extiende la masa en un rectángulo de unos 2 cm de grosor.
9. Corta la masa en tiras de unos 4 cm de ancho y enrolla cada tira sobre sí misma, formando los bollos.
10. Coloca los bollos en una bandeja de horno engrasada o forrada con papel de hornear, asegurándote de dejar algo de espacio entre ellos para que puedan crecer.
11. Deja que los bollos reposen durante unos 30 minutos para que suban un poco más.
12. Precalienta el horno a 180°C.
13. Pincela los bollos con el huevo batido para que tomen un bonito color dorado.
14. Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que los bollos estén dorados en la parte superior y cocidos por dentro.
15. Si deseas, espolvorea un poco de azúcar gruesa o cristalizada sobre los bollos recién horneados.
16. Deja enfriar un poco antes de servir. Puedes acompañarlos con mermelada, miel o simplemente disfrutar su suave textura por sí solos.
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