Cubrimos la carne con sal gruesa por todos sus lados, y según el espesor de la carne es el tiempo que iremos a dejarlo descansar con la sal gruesa.
La sal trabaja consumiendo la humedad de la carne a lo largo de este régimen, por lo cual la carne se regresa más blanda y elástica.
Después del tiempo transcurrido desde 1 hora a 3 según el espesor, llegó el instante de retirarle la sal gruesa debajo de la canilla de agua corriente hasta que haya desaparecido completamente.
Una vez finalizado el régimen del trozo de carne marinada con sal, si la comparamos con otro trozo fresco recién comprado apreciaremos la distingue en el color de las carnes.
El que fue tratado cobro un color más oscuro y más allá de como lo condimentes antes de la cocción o la salsa que usemos, los resultados van a ser óptimos.
Después de este régimen con la sal gruesa, está garantizado una carne jugosa, tierna y exquisita.
Nada superior que comprobarlo nosotros mismos en la primera ocasión que tengamos de realizar algo muy sabroso, en el momento de marinar y ablandar un trozo de carne para convertirla en un despacio manjar para nuestros invitados!!!
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