3. Filtrar la mezcla:
Coloca un colador limpio sobre un bol grande o una jarra.
Vierte la mezcla de leche y suero en el colador, dejando que el suero se escurra mientras la cuajada se queda en el colador.
Si lo prefieres, puedes usar una gasa o un paño de cocina limpio para envolver la cuajada y presionar un poco para eliminar el exceso de suero.
4. Sazonar el queso:
Una vez que la cuajada se haya enfriado ligeramente, agrega la sal al gusto.
Si lo deseas, puedes agregar hierbas frescas o especias, como orégano, albahaca o ajo en polvo, para darle un toque de sabor extra.
5. Servir:
El queso estará listo para consumir. Puedes disfrutarlo tal cual o usarlo en ensaladas, tostadas, o como acompañamiento en tus platillos favoritos.
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