Este antiguo método se basa en las propiedades naturales de la cal y la sal, combinadas para crear una atmósfera más equilibrada. A la vez refrescante, purificante y calmante, este dúo evoca un remedio casero al alcance de todos.
Orígenes que se remontan a tiempos remotos
En muchas tradiciones antiguas, la lima se considera un símbolo de pureza y vitalidad. Su aroma vivo y ácido evoca frescura, renovación y, a veces, incluso una forma de protección contra las energías negativas. En cuanto a la sal, ocupa un lugar central en los rituales de purificación de muchas culturas: se dice que aleja las malas vibraciones, absorbe la humedad y ayuda a purificar la atmósfera.
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