Batimos los huevos, en otro recipiente, hasta que queden bien mezclados. Le añadimos el azúcar, la sal y la esencia de vainilla. Añadimos la leche tibia, poco a poco, batiendo de forma constante hasta que el azúcar se disuelva por completo. La leche debemos añadirla poco a poco, y removiendo, pues sino se podrían cuajar los huevos y el resultado no sería el deseado. Colamos la mezcla con un colador finito, para evitar que tenga grumos, vertiéndola en una jarra, para luego distribuir la mezcla entre las flaneras.
Llena con agua caliente la fuente cobre la que están colocadas las flaneras. Ponemos agua hasta la mitad de la altura de las flaneras, o un poco más, sin llegar al borde de estas. Calentamos en el horno, al baño maría, hasta que la crema cuaje, pero aún se mueva un poco al agitar las flaneras ligeramente.
Normalmente tardarán en hacerse entre 35 y 40 minutos, si utilizamos flaneras pequeñas, y entre 45 y 55 minutos si si utilizamos una flanera grande.
Cuando hayan cuajado las retiramos del horno y dejamos que enfríen, retira las flaneras y, cuando crema esté completamente fría, llevamos las flaneras a la nevera, para que enfríen unas 3 horas. Cuando estén frías las desmoldamos, pasando un cuchillo bien por el borde y volteando la flanera sobre un plato. Levantaremos la flanera con cuidado de que no se nos rompa la crema.
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