Cómo hacerlo:
Desenchufa la plancha y déjala enfriar completamente antes de guardarla.
Guarda la plancha en un lugar seco y libre de polvo.
Si es posible, usa una funda protectora para evitar que la suela se raye o se dañe.
4. Usa la temperatura adecuada
Planchar a la temperatura correcta no solo protege tus prendas, sino que también previene daños en la suela de la plancha.
Cómo hacerlo:
Consulta las etiquetas de cuidado de las prendas para determinar la temperatura adecuada.
Ajusta la temperatura de la plancha según el tipo de tejido.
Evita planchar a temperaturas demasiado altas, ya que esto puede dañar tanto la prenda como la suela de la plancha.
Pensamientos finales
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