La textura de este flan es especialmente sedosa debido a la fécula de maíz, que actúa como espesante natural. Esto evita que el postre quede demasiado líquido o que se formen grumos durante la cocción. Además, permite una mayor estabilidad en la presentación.
Otra ventaja de esta receta es su versatilidad. Se puede adaptar fácilmente añadiendo sabores como coco, café o chocolate, convirtiéndolo en un postre apto para diferentes gustos y preferencias.
Errores Comunes al Hacer la Receta
Uno de los errores más frecuentes al preparar flan de Maizena es no disolver bien la fécula de maíz antes de incorporarla a la leche caliente. Si se agrega directamente sin diluir, pueden formarse grumos que afectarán la textura final del postre.
Otro problema común es no cocinar la mezcla a fuego lento. Si la temperatura es demasiado alta, la leche puede hervir rápidamente y provocar que el flan se corte o se vuelva granuloso. Es importante revolver constantemente para evitar este inconveniente.
Finalmente, un error que muchas personas cometen es desmoldar el flan antes de que esté completamente frío. Para obtener un desmolde perfecto, se recomienda refrigerarlo durante al menos cuatro horas y pasar un cuchillo por los bordes antes de voltearlo sobre un plato.
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