Lava bien todos los ingredientes bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad o pesticidas.
Corta los tomates, pepino, apio y zanahoria en trozos pequeños para facilitar el proceso de licuado.
Coloca los ingredientes en una licuadora. Si deseas un jugo más espeso, puedes omitir el agua; de lo contrario, añade agua según tu preferencia.
Añade el diente de ajo, sal marina, pimienta negra y jugo de limón a la licuadora. Estos ingredientes son opcionales, pero pueden mejorar tanto el sabor como los beneficios del jugo.
Licua todos los ingredientes a alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Cuela el jugo usando un colador de malla fina si prefieres un jugo sin pulpa. Este paso es opcional.
Sirve el jugo inmediatamente para disfrutar de su frescura y todos sus nutrientes. Puedes refrigerar el jugo hasta por 24 horas, pero es mejor consumirlo fresco.
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