Revuelve bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
Paso 3: Preparar el cebo
Una vez lista la mezcla, viértela en un recipiente pequeño, como una tapa de frasco o un plato pequeño. Asegúrate de que el recipiente sea fácil de colocar en las áreas donde has detectado actividad de insectos.
Paso 4: Colocar el cebo
Coloca los recipientes con la mezcla en lugares estratégicos, como:
Rincones oscuros.
Debajo de muebles.
Cerca de fuentes de agua, como fregaderos, lavabos y desagües.
Paso 5: Monitorear y reemplazar
Revisa los cebos regularmente. Si notas que han sido consumidos o que los insectos siguen activos, reemplaza la mezcla con una nueva hasta que el problema desaparezca por completo.
Consejos para obtener mejores resultados
Mantén el área limpia: Antes de colocar el cebo, asegúrate de limpiar bien el área para eliminar otras fuentes de alimento que puedan distraer a los insectos.
Ubica los puntos de entrada: Sella grietas, puertas y ventanas por donde los insectos puedan ingresar.
Evita la humedad: Las cucarachas y hormigas suelen buscar agua; repara cualquier fuga en grifos o tuberías.
Beneficios del método
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