Tras incubar la fruta en agua con vinagre durante un tiempo, sáquela, colóquela en un colador y lávela con agua fría para eliminar cualquier resto de líquido. Seque la fruta cubriéndola con papel absorbente o un paño de cocina y dejándola a un lado. Coloque la fruta en frascos de vidrio y cúbralos firmemente una vez que esté completamente seca. Para prolongar la vida útil de la fruta, especialmente de las bayas, que son especialmente vulnerables a la formación de moho y patógenos, este método es el más eficaz.
Eso, en mi opinión, ¡es todo! Al añadir algunas etapas adicionales al proceso de preparación y almacenamiento de la fruta, puedes reducir la cantidad de alimentos que se desperdician, ahorrar dinero y prolongar significativamente la vida útil de tus productos perecederos. Si voy a comprar el supermercado el domingo, ¡sin duda usaré este método para preparar y conservar la fruta!
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