Cubre con un paño y deja reposar en un lugar cálido entre 60 y 75 minutos (la harina integral tarda un poco más en leudar), hasta que duplique su tamaño.
(Opcional) Barniza con la mezcla de yema y leche para que la corteza quede doradita.
Hornea en horno precalentado a 180 °C (350 °F) por 35-40 minutos, o hasta que al golpearlo suene hueco.
Deja enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
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