Engrasa el molde para pan con aceite o mantequilla. Espolvorea un poco de harina para evitar que el pan se pegue, o usa papel de horno si prefieres un desmolde más fácil.
Paso 2: Mezclar los ingredientes secos
En un bol grande, tamiza la harina, el bicarbonato de sodio y la sal. Este paso ayuda a eliminar grumos y asegura una textura más suave en el pan.
Reserva esta mezcla para combinarla con los ingredientes líquidos más adelante.
Paso 3: Preparar los ingredientes líquidos
En otro bol, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y ligeramente espumosa. Esto le dará esponjosidad al pan.
Añade el aceite vegetal, la leche y el extracto de vainilla. Mezcla bien hasta que los líquidos estén completamente integrados.
Paso 4: Combinar los ingredientes secos y líquidos
Incorpora la mezcla de ingredientes secos a los líquidos poco a poco, utilizando una espátula o batidor de mano.
Mezcla con movimientos envolventes hasta que no queden grumos, pero sin batir en exceso para evitar que el pan quede denso.
Añade las nueces picadas y mezcla suavemente para distribuirlas de manera uniforme en la masa.
Paso 5: Verter la masa en el molde
Vierte la masa en el molde preparado, asegurándote de que quede nivelada.
Si lo deseas, decora la superficie con nueces enteras para darle un toque atractivo.
Paso 6: Hornear
Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante 50-60 minutos.
Revisa el pan introduciendo un palillo en el centro; si sale limpio, está listo.
Si la superficie comienza a dorarse demasiado rápido, cubre el pan con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.
Paso 7: Enfriar
Retira el pan del horno y deja que repose en el molde durante 10 minutos.
Desmolda con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.
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