Cuando el agua hierva colocamos el molde de pudin dentro de la bandeja y dejamos hornear a 180 grados durante unos 50 minutos. Los últimos 10 minutos es recomendable tapar el pudin con papel de aluminio, para que no se queme por arriba.
Para saber si el pudin está en su punto tiene que salir seco un tenedor o cuchillo al pincharlo.
Cuando esté listo lo dejamos enfriar un poco, lo desmoldamos y lo podemos meter en la nevera, porque está más bueno frío, y echo el día anterior, o incluso dos días antes.
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