Preparación: En un tazón grande, mezcla la harina y la sal. Agrega la mantequilla fría en cubos al tazón con la harina y la sal. Usando un cortador de masa, un tenedor o tus dedos, mezcla la mantequilla con la harina hasta que la mezcla se parezca a migas gruesas. Agrega 2 cucharadas de agua fría a la mezcla y mezcla con un tenedor o con tus manos hasta que la masa comience a unirse. Si es necesario, agrega otra cucharada de agua, una cucharada a la vez, hasta que la masa se pueda formar en una bola. Forma la masa en una bola y envuélvela en film transparente. Refrigera durante al menos 30 minutos, o hasta que esté lista para usar. Después de refrigerar, saca la masa del refrigerador y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos minutos para que se ablande ligeramente. Precalienta el horno a 180°C (350°F). En una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1/8 de pulgada. Corta la masa en círculos del tamaño deseado para tus tartaletas, utilizando un cortador de galletas o un vaso. Coloca cada círculo de masa en los moldes para tartaletas, presionando suavemente para que se ajusten. Pica la base de cada tartaleta con un tenedor para evitar que se forme vapor y que la masa se hinche mientras se hornea. Hornea las tartaletas en el horno precalentado durante unos 12-15 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas. Retira del horno y deja enfriar antes de rellenarlas con tus ingredientes favoritos. ¡Disfruta de estas deliciosas tartaletas caseras con tus rellenos preferidos! Puedes optar por rellenarlas con frutas frescas, crema pastelera, queso, vegetales, o lo que más te guste.
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