Preparación:
En un tazón pequeño, combina el agua tibia y el azúcar. Revuelve para disolver el azúcar.
Espolvorea la levadura sobre el agua y deja reposar durante unos 5-10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
En un tazón grande, combina la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y vierte la levadura activada y el aceite de oliva.
Mezcla los ingredientes hasta formar una masa.
Voltea la masa sobre una superficie enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica.
Coloca la masa en un tazón ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Precalienta el horno a 220°C.
Voltea la masa sobre una superficie enharinada y divídela en porciones del tamaño deseado.
Estira cada porción en una forma ovalada o rectangular, con un grosor de aproximadamente 1 cm.
Transfiere las formas de masa a una bandeja para horno forrada con papel pergamino.
Pincela cada forma de masa con huevo batido y espolvorea semillas de sésamo o nigella, si las estás usando.
Hornear durante 12-15 minutos o hasta que el pan esté dorado y cocido.
Retira del horno y deja enfriar antes de cortar y servir.
¡Listo! Ahora tienes pan turco tierno y esponjoso para disfrutar.
Puedes usarlo como base para kebabs, envolver rellenos o simplemente disfrutarlo con dips.
¡Buen provecho!
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