Preparación: En un tazón grande, mezcla la leche tibia, la levadura y 1 cucharada de azúcar. Deja reposar la mezcla durante unos 5 minutos, o hasta que la levadura se active y comience a burbujear. Agrega la harina y la sal a la mezcla de levadura. Amasa la masa hasta que esté suave y elástica, aproximadamente durante 5-7 minutos. Si la masa está demasiado pegajosa, agrega un poco más de harina. Forma la masa en una bola y colócala en un tazón engrasado. Cubre el tazón con un paño limpio y deja que la masa repose y suba en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño. Precalienta el horno a 220°C (425°F). Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino o un tapete de silicona. Divide la masa en trozos y forma cada trozo en tiras largas y delgadas. Luego, forma cada tira en la forma de un pretzel. En una olla grande, lleva a ebullición agua con el bicarbonato de sodio y 1 cucharada de azúcar morena. Reduce el fuego a medio y sumerge cada pretzel en la mezcla de bicarbonato de sodio durante unos 30 segundos, luego colócalos en la bandeja para hornear preparada. En un tazón pequeño, mezcla el azúcar morena restante con la canela (si estás usando). Pincela cada pretzel con huevo batido y espolvorea la mezcla de azúcar morena por encima. Hornea los pretzels en el horno precalentado durante 12-15 minutos, o hasta que estén dorados y cocidos por completo. Retira los pretzels del horno y deja que se enfríen ligeramente antes de servir. Si lo deseas, espolvorea los pretzels con azúcar en polvo antes de servir. ¡Disfruta de tus deliciosos pretzels dulces! Puedes servirlos solos o con un glaseado o salsa de tu elección.
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