Preparación: Preparación de los Chiles: Retira las semillas y las venas de los chiles secos para controlar el nivel de picante. Tuesta los chiles en una sartén caliente hasta que estén fragantes, ten cuidado de no quemarlos, ya que esto puede amargar la salsa. Tostado de los Ingredientes Secos: En la misma sartén, tuesta los ajos, cacahuates y ajonjolí hasta que estén dorados. Remueve constantemente para evitar que se quemen. Molido de Ingredientes: Coloca los chiles tostados en una licuadora o procesador de alimentos. Agrega los ajos, cacahuates y ajonjolí tostados. Tritura los ingredientes hasta obtener una mezcla gruesa. Puedes dejarla más o menos texturizada según tus preferencias. Elaboración de la Salsa: Calienta el aceite en una sartén a fuego medio. Vierte la mezcla de chiles y otros ingredientes en el aceite caliente. Cocina a fuego lento durante unos 5-10 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se queme. La salsa estará lista cuando tenga un color oscuro y un aroma agradable. Sazonado y Almacenamiento: Añade sal al gusto y ajusta la cantidad según tus preferencias. Deja enfriar la salsa antes de almacenarla en un frasco de vidrio hermético. Puedes guardarla en el refrigerador hasta por varias semanas. ¡Listo! Ahora tienes una deliciosa salsa macha lista para agregar un toque picante y sabroso a tus platillos favoritos. Puedes usarla como condimento para tacos, carnes, pescados, pasta, o prácticamente cualquier platillo que desees realzar con un toque picante.
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