Prepara la masa: vierte la leche tibia en la mezcla de harina. Bate con una batidora durante 5-7 minutos hasta que esté suave. Agrega los huevos y bate hasta que estén bien mezclados.
Agrega más harina: agrega lentamente la harina restante, una taza a la vez. Detente cuando la masa se separe del tazón pero aún se sienta ligeramente pegajosa.
Deja que suba: coloca la masa en un tazón aceitado, volteándola para cubrir todos los lados. Cubre con una toalla y deja que suba en un lugar cálido durante 1 hora hasta que doble su tamaño.
Forma los rollos: voltea la masa sobre la mesada y divídela en 32 pedazos. Aplana cada pedazo, coloca un cubo de queso en el centro y aprieta firmemente para sellar.
Segundo levado: coloca los rollos en bandejas para hornear forradas con papel pergamino. Cubre y deja que suba 30 minutos.
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