Levadura de fermentación rápida: Ahorra mucho tiempo en comparación con la levadura normal. Búscala en el pasillo de repostería, cerca de la harina.
Leche entera: deja los rollitos súper suaves y tiernos. No uses leche desnatada; necesitas esa grasa para obtener la mejor textura.
Mantequilla de verdad: ¡Por favor, no uses margarina! La mantequilla de verdad marca la diferencia en el sabor. Vale la pena el costo extra.
Buen queso cheddar: compra un bloque y córtalo tú mismo. El pre-rallado no se derrite igual.
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