1 taza de agua
Miel o limón (opcional)
Instrucciones:
Elige el Orégano: Asegúrate de que el orégano sea de buena calidad. Puedes usar orégano fresco o seco, según tu preferencia.
Hierve el Agua: Calienta una taza de agua hasta que hierva. Esto liberará los compuestos beneficiosos del orégano.
Prepara la Taza: Coloca las hojas de orégano en una taza resistente al calor. Si usas orégano fresco, aplástalo ligeramente.
Vierte el Agua Caliente: Vierte el agua hirviendo sobre las hojas. Cúbrelas bien para que se infundan sus propiedades.
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