La fatiga repentina y extrema sin razón aparente puede ser un signo de mala circulación sanguínea al cerebro .
Trastornos del habla
La dificultad repentina para hablar, articular o comprender a otros puede indicar una disfunción cerebral .
Visión alterada
Una pérdida repentina de la visión periférica (visión de túnel) o la aparición de manchas negras o borrosas son señales de advertencia que no se deben ignorar.
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