Personas mayores: A medida que envejecemos, la capacidad del cuerpo para absorber proteínas puede disminuir, lo que aumenta el riesgo de deficiencia.
Personas con enfermedades crónicas: Enfermedades como la enfermedad renal, la enfermedad hepática y el cáncer pueden aumentar la necesidad de proteínas y dificultar la absorción del nutriente, aumentando el riesgo de deficiencia.
Personas con trastornos alimentarios: La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa pueden provocar deficiencia de proteínas debido a una ingesta insuficiente de alimentos en general.
Tratamiento de la deficiencia de proteínas:
El tratamiento de la deficiencia de proteínas consiste principalmente en:
Aumentar la ingesta de proteínas: Es fundamental incluir en la dieta alimentos ricos en proteínas, como carnes, aves, pescado, huevos, lácteos, legumbres y oleaginosas.
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