Preparación:
1. Precalienta el horno a 220°C (425°F).
2. En un tazón grande, mezcla la harina, el polvo para hornear, la sal y el azúcar (si estás usando).
3. Añade la mantequilla fría a la mezcla de harina. Utiliza un cortador de masa o tus manos para integrar la mantequilla hasta que la mezcla tenga una textura arenosa y la mantequilla esté distribuida en pequeños trozos del tamaño de un guisante.
4. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y vierte la leche. Mezcla suavemente con una espátula o cuchara de madera hasta que los ingredientes estén justo combinados. No mezcles en exceso.
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