Si usas pechugas de pollo enteras, córtalas en lonjas o en cubos del tamaño de un bocado. Esto ayuda a que el pollo se cocine de manera uniforme y rápida. Sazona el pollo con 1 cucharada de condimento completo, como Maggi. Asegúrate de que el pollo esté bien cubierto con el condimento.
Pica finamente la cebolla blanca y los pimientos morrones de colores. Puedes cortarlos en tiras finas o en cubitos, según tus preferencias. Si estás utilizando láminas de gelatina de pescado, remójalas en agua fría durante unos 5 minutos hasta que se ablanden. Exprime el exceso de agua.
Saltear el pollo y las verduras
En una sartén grande o en un horno holandés, derrite 2 cucharadas de mantequilla sin sal a fuego medio-alto. Una vez que la mantequilla esté derretida y burbujeante, agrega el pollo sazonado a la sartén.
Saltea el pollo durante unos 5 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté dorado por todos lados. No es necesario que el pollo esté completamente cocido en este punto, ya que terminará de cocinarse en la salsa.
Agrega la cebolla picada y los pimientos morrones a la sartén con el pollo. Continúa salteando durante otros 3-4 minutos, hasta que las verduras se hayan ablandado ligeramente.
Agrega el ajo picado a la sartén. Saltea durante 1 minuto más hasta que esté fragante. Agrega el pimentón y revuelve para combinar.
Crear la salsa cremosa
Espolvorea 2 cucharadas de harina para todo uso sobre el pollo y las verduras en la sartén. Revuelve bien para cubrir todo con la harina. Esto ayudará a espesar la salsa. Cocina por 1 minuto para eliminar el sabor a harina cruda.
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