La evolución es un fenómeno fascinante y desconcertante. La idea de que todos los mamíferos, incluidos los humanos, estén conectados de alguna manera es interesante. Pero puede ser difícil comprender la idea: ¿dónde podemos encontrar evidencia de la evolución? Hay evidencia significativa de nuestro pasado evolutivo, que se remonta a los primeros primates, a los neandertales y, finalmente, al Homo sapiens en el que nos hemos convertido.
¿Un lugar espectacular para observar evidencia de la evolución? ¡Nuestro propio cuerpo!
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